una critica muy interesante y cierta (con excepcion de que confundieron a avril lavigne con hilary duff

) sobre los premios mtv
No gana uno para vergüenzas
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Qué pena me dio ver los Premios MTV Latinoamérica 2007, pero no por la parte de los premios o de la televisión, sino por la representación mexicana.
Salvo casos muy aislados, prácticamente todos nuestros paisanos se la pasaron diciendo groserías, pero no porque vinieran al caso, sino porque su miserable vocabulario no les daba para más y, peor tantito, no sólo las decían ante la mirada atónita de argentinos y colombianos, sino que las decían con orgullo.
En resumen, en México ser ignorante es sinónimo de superioridad. ¡Bravo!
No, y ni hablemos de las propuestas musicales de nuestra nación, porque entonces sí nos podemos deprimir de aquí a que termine la década.
¿Cómo está eso de que nuestras máximas figuras siguen siendo Alex Lora, Maná y Paulina Rubio? ¡Casi pura estrella vieja! Si no fuera por Panda, Belinda y Julieta Venegas me atrevería a decir que la única razón por la que los señores de MTV organizan sus premiaciones en nuestro país es porque aquí hay dinero.
¿Dónde están nuestras propuestas musicales? ¿Dónde está nuestro Juanes? ¿Dónde anda nuestra Avril Lavigne?
Pero lo peor de todo fue la conducción de Diego Luna. Me queda claro que el señor es una gran figura pública, pero eso no lo convierte ni en orador ni en realizador.
Diego no sólo demostró una monumental pobreza de lenguaje ni una incapacidad para manejar situaciones de emergencia, como el famoso apagón que casi echa a perder el numerito, sino que cometió errores súper vergonzosos.
Se burló de Tampico y de su gente al mandar un enlace a Buenos Aires, regañó a Avril Lavigne en un momento de crisis (“¡Me dejas chambear!”), se quiso ver muy irreverente pero terminó luciendo asquerosamente soberbio y quedó hiper-mal al quererse lucir como defensor de las causas sociales.
¿En qué me baso para decirle eso? En que primero proyectó un corto donde puso al Distrito Federal como sucursal del infierno, en que después dijo que era la ciudad más hermosa del mundo y en que nunca pudo justificar de verdad sus ideas ecológicas.
¿Sabe dónde se notó esto? En que mientras que Diego no salía del adjetivo barato y de la moralina, Juanes nomás tomó el micrófono y en dos frases demostró lo que es combinar en serio espectáculos con responsabilidad social.
En resumen, los mexicanos vimos hipócritas, ignorantes, groseros y mediocres durante la entrega de los Premios MTV Latinoamérica 2007.
Lo que tenemos que hacer es impedir que sigamos por ese camino porque, a corto plazo, nos vamos a hacer de la peor de las famas en esta región del mundo, y no creo que ni nos vaya a dar gusto, ni que nos vaya a convenir.
¿Qué le puedo decir concretamente de los Premios MTV Latinoamérica 2007?
Que objetivamente los señores de MTV perfeccionaron muchos de los errores que cometieron el año pasado, que el evento rompió récord de participaciones y que se involucró al público de una manera divina.
¿Cuáles fueron los errores que corrigieron? Los de la alfombra roja en pantalla.
Ahora sí los conductores estuvieron arropados por parte de la producción, el detalle de dar premios desde ahí le dio un tono más afortunado al desfile y estuvo genial la idea de poner a competir a las luminarias en la parte de vestuario, aunque el tiempo los volvió a rebasar.
¿Cómo estuvo eso de que se rompió el récord de participaciones? Se lo voy a decir tal cual: este año se juntaron 12 millones de votos por internet.
¿Sabes usted lo que eso significa? ¿Conoce usted alguna otra ceremonia que mueva tantos votos en México, Venezuela, Chile o Perú?
¿Por qué le digo que el público se involucró de manera divina?
Porque los señores de MTV no sólo pusieron en manos de la gente los premios, sino que pidieron canciones y hasta subieron a varias personas del auditorio al escenario a dar premios, como el del Video del Año.
Ni hablar de The Cure, de los musicales, de la escenografía hecha a base de piezas recicladas, de la producción de las cápsulas donde se daban las nominaciones o del esfuerzo titánico que eso debió haber representado en una noche de tormenta en una ciudad tan compleja como el Distrito Federal.
Los Premios MTV Latinoamérica 2007 dan para mucho aunque, insisto, la representación mexicana no fue precisamente lo mejor de esa noche. ¿A poco no?